No es tan difícil: Quiroga por Laiseca
El canon escolar siempre cuestionado y vapuleado por las siempre tan modernas voces de la innovación didáctica no deja de ser sabio y, por suerte, nos ha conservado cuentos como “La gallina degollada” de Horacio Quiroga. Uno de esos cuentos que nos funcionan, ¿no? Y si ya no les funciona más, prueben lo que les proponemos a continuación.
Antes unas reflexiones. Cada quien enseñará lo que crea más relevante de la literatura a propósito de este cuento, unos atenderán a su argumento a las preguntas de comprensión, otros analizarán la manera en que está narrado, otros que si es fantástico o extraño, etc. Pero, no queremos en esta ocasión ir por esos caminos. En todo caso, sí, no obstante para señalar que esos caminos se tratan de lecturas que nosotros enseñamos. No son conocimientos “naturalmente dados”, es decir que estarían allí en el cuento para ser descubiertos. Si pedimos a los estudiantes que nos cuenten el argumento, es porque leemos y enseñamos a leer que esto es lo que importa ser leído. Y así, sucesivamente y según nuestras elecciones de saberes. Cuestión que no cuestionamos, valga la redundancia, sino que interesa recordarla siempre que planeamos nuestras clases de literatura, también talleres literarios.
Entonces, y teniendo en cuenta ese gusto por el terror, bastante generalizado en los chicos con los que trabajamos, y como género ya canonizado también en los currículos para el área, resulta interesante poner el cuento de Quiroga en cuestión (vayan a http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/quiroga/la_gallina_degollada.htm) en cotejo con su narración oral a cargo de Alberto Laiseca (vayan a http://www.youtube.com/watch?v=BeatD1AiRfo). Se trata de uno de los programas del ciclo Cuentos de terror que se halla completo en You Tube, y que fue emitido por el canal I Sat durante el 2008.
Primera observación interesante: Laiseca no reproduce “La gallina degollada” tal cual fue escrito por Quiroga. No se trata de una obviedad, sino de elecciones muy particulares sobre qué acciones y comentarios de los personajes decide enfatizar y cuáles sintetiza o descarta.
Y aquí la segunda observación: qué modifica Laiseca del original. Anímense, porque lógicamente lo primero que les dirán sus alumnos es que “inventa”, o “dice de manera directa”, o “agrega” que los cuatro hermanos se comen a su hermana. No es que la matan, se la devoran literalmente en la versión de Laiseca. Claro está, cual gallina degollada.
Tercera observación: esta lectura, ¿tan sólo puede ser producto de un hombre misterioso?, que aparece en las sombras, debajo de un ventilador, fumando con un rostro que por momentos perturba, voz cascada, musicalización de fondo de película de terror, y demás. Vayan al texto original y vuelvan a cotejar, recuperen las repeticiones de la narración de Laiseca, las anáforas: “se babeaban, casi inanimados”, “eran cuatro monstruos”, “pobrecitos”, “¿es una cuestión de herencia?”, “vaya a saber, algo genético”.
Cuarta y última observación: ¿qué es lo que hace de “La gallina degollada” un cuento de terror? Seguramente, la lectura narrada oralmente y ambientada de Laiseca, ¿no?